sábado, 23 de septiembre de 2023

 

                                                 Scramble Eggs,

Huevos revueltos.

 

No me olvido nunca de quien me tendió la mano

 cuando me caía del mundo.

 Hay sitios que no cambian por más que pase el tiempo por ellos, otros se transforman y se adaptan, y otros, sin más, cierran puertas y se dan por vencidos ante las adversidades. Desde hace mucho tiempo que voy y vengo de Londres por diversas razones, estudio, trabajo, paseo, cuestiones de capricho y alguna otra sin comentario, en fin,… el caso es que voy casi siempre, al mismo hotel y me viene como anillo al dedo esta cuestión. Veamos,…en todas las clases y categorías se los come, desayunos, meriendas ó cenas, unos mejores, otros son un asco, otros ni siquiera pensarlo y otros que mejor pasar de ellos,….en todos los hoteles los preparan como fundamental en el desayuno,….puuuffffff….en algunos servicios los menjunjes que presentan ni siquiera se sabe que es. Unos por allí, expertos,… y otros por aquí advenedizos,…explican que saben cómo hacerlos,….y aún no he probado ninguno que se tildara de bueno,…. y algunos terceros por allí ni siquiera atinan con un principio mínimo para su final. Los huevos revueltos, los scrambre eggs, simple y complicado intríngulis objeto de deseo, tienen un fundamento gastronómico exquisito. Complemento fundamental en las dietas, en su justa y acertada medida, es completo en más de una razón para su ingesta y sobre todo, natural sin aditivos,…No todos están en la misma línea de criterio,…bueno, hay algunos que divagan por allí en cuestiones del macro mundo y bienestar ambiental, que es mejor pasar de puntillas para que no te vean que los escuchas,….porque vamos,… son de lo que no hay,… son esos que califican con aberraciones inaudibles a todo, por todo, para todo y con todo, y luego los ves haciendo justamente lo contrario a lo que te tratan de convencer con discursos nefastos,……Horrriiiibleee,!!!!!!.....

En fin,…vamos a lo que nos atañe en este asunto,….hay que tener en cuenta, como en todas las elaboraciones que se pretenden deleitables, que tiene un fundamento esencial para su elaboración y no se puede estar mezclando ni elucubrando teorías infernales para un preparado que debe ser exquisito. En esta cuestión no hay aceites ni sartenes humeantes, ni batidos encendidos ni condimentos rebuscados, es necesario solo un toque de sutileza y sencilla concentración en el tiempo preciso para combinar y mezclar cada cosa en su punto.                                                 
  "El silencio y la sonrisa son las armas más poderosas,
una evita los problemas, la otra los resuelve."

 El Reino Unido e Irlanda del Norte dejaron de ser miembros de la Unión Europea a principios del 2020 y como consecuencia pasaron a ser un tercer estado. Esto ha discurrido en un retroceso en las operaciones comerciales y otras que no vamos a meternos en cuestión ni en materia en estos momentos porque me llevaría medio libro en miramientos, no sé realmente si buenos ó malos, pero con unas consideraciones que a la vista y vivencias en primera persona, me parecen no muy acertadas. Se han estrechado en casi un 20% las transacciones comerciales que se llevaban a través de Bruselas, músculo motor a la cabeza de las operaciones dentro de la Europa territorial  y las grandes empresas y negocios pymes, han visto reducido su personal en gran medida por la falta de opciones en las legalizaciones y libre traslado ocupacional. Esto lo puedo demostrar eficazmente y con encendidos argumentos y documentos a todos esos escépticos alineados en las trincheras del caos y del desorden. 

Como consecuencia, pues como era de suponer, el crecimiento se ha ralentizado hasta el día de hoy, la escasez de suministros es altamente notoria y la inflación campa a sus anchas en casi todo. Puedo afirmar, sin temor a equivocarme y por lo que estoy ahora viviendo, en estas calles que me vieron crecer profesionalmente en mi carrera de chef, que después de tres años del 

Brexit, los británicos han salido perdiendo, muy a pesar de las promesas de un futuro más próspero que se anunciaba saliendo del bloque comunitario. Lo que se vive hoy por las calles y dentro de las empresas es un tiempo lleno de sombras e incertidumbres que no se recupera con discursos de ocasión,…y los años hasta ahora, pasados en este laberinto, no tienen un pronto final a la vista. Todo está ciertamente descontrolado, los precios inauditos, las mercancías, en algunos casos escasas y la razón del ciudadano de a pié, sin respuesta alentadora. Realmente me siento desorientado en la experiencia en que marcho ahora, porque a pesar de haber vuelto muchísimas veces después de aquellos años estudiando entre las paredes del Hammersmith College, la vivencia de estos momentos no es la que se suponía que tenía en mente. Una situación económica complicada y sin indicios de mejora está pendiendo como la espada de Damocles en un cielo nebuloso y borrascoso sobre la Torre de Londres. Ahora bien,….dejando de lado los discursos de cuestiones político económicas, que me encienden ante ese resto de ganado ciego y bruto de entenderá que vive creyendo que conocen todo de todos y no conocen realmente nada de nadie y los menesteres que trae como consecuencia, la razón que nos atañe en este relato, son unos scramble eggs, vamos en castellano raso, huevos revueltos.   

Me importan tres carajos lo que piensen de mí, 

solo ven las tapas del libro sin leer el contenido.

 


   35 Charing Cross Rd justo en la esquina de Cecil Court. El local ha pasado desde los años 2010 hasta aquí, por unas cuantas aventuras gastronómicas, un bar italiano que en su momento tenía unas buenas pizzas, después por algún tiempo, y me acuerdo por unos cuantos viajes siempre el mismo, una hamburguesería. Hoy,… en este rincón de Londres, hay un lugar que no está exactamente buscado al azar, sino que está meticulosamente instalado y estudiado para su funcionalidad, pertenece a uno de los Chef, que en mi opinión particular, merece un lugar sobresaliente en el mundo de la cocina,…y frente a esta antecámara de olores una de las sastrerías a medida más emblemática que queda por Londres, Lipman & Sons, inquebrantable en el tiempo. Me dejo caer como si de paso se tratara para darme un gustito delicioso, no porque lo haya buscado expresamente, sino porque tenía el hotel a dos pasos. Vamos a cocinar entonces….

 En primer lugar debemos tener en consideración el tipo de calor que tendremos en la cocina. Aunque parezca una nimiedad, no es lo mismo el calor de una cocina a electricidad que una de hornallas a gas. Nuestra intensidad en la continuidad de calor se desajusta de lo óptimo y por lo tanto para cierto tipo de elaboraciones como el preparado que nos concierne, en este momento, es sumamente importante para llegar a su esplendor final y presentar un elogio de elaboración. En determinado momento debemos levantar la sartén del fuego y debe seguir recibiendo calor, pero más tenue. Cosa que lograremos solo con las hornallas de gas. Se puede hacer con hornallas de vitro??? Si,…. se puede …..pero no es el resultado que buscamos. Entonces ya vamos a la cocina, que en estas circunstancias es de gas, y comenzamos. En una sartén fría,…..y digo fría para empezar bien y con buen argumento, cascamos unos huevos que irán a razón de la cantidad de comensales que se presenten a horas intempestivas para disfrutar de nuestro desayuno. Ponemos entonces dos huevos por comensal con una nuez de mantequilla. No agregamos aceite de ninguna clase, y sobre todo no, …no ponemos aceite de oliva. Acercamos la sartén al calor de la hornalla y comenzamos a mezclar con espátula desarmando los huevos y mezclando la mantequilla que se irá derritiendo poco a poco.

   
A veces el peor error que se comete, es ser buena gente.

 No dejamos que se cuaje de repente, sino que retiramos del calor directo levantando la sartén y seguimos fusionando el preparado. En este momento podremos ver como se cuaja el arreglo pero que no está finalizado aún. Volvemos al fuego y esta vez deberá estar bajo, y agregamos una cucharada de crema fresca ó bien un chorro de nata para cocina, una pizca de sal y otra de pimienta blanca y terminamos la cocción. El resultado que logramos es una pasta húmeda, brillante con apariencia esponjosa y fofa, nada compacta ni consistente ni apelotonada. Muy contrariamente a lo que se presenta en muchas cocinas,…mmmmmmm…..en fin. Ahora bien, podemos presentarlo sobre unas tostadas de pan ó en plato, pero no debe faltar bajo ningún precepto un salpicado de cebollino fresco sobre el preparado. Dicho esto y llegados hasta aquí, las fotos muestran el resultado en nuestra cocina que resultó exactamente igual que la de Londres.                                                                                                Y ya vamos tocando a retirada. Queda la cocina siempre hecha un poema de olores que alimentan mis ganas de seguir, cacharros por todas partes que me conquistan a descubrirme en otro plato a contar, muy a pesar de los que se empeñan en joder la marrana con sus desaciertos en nefastas recetas y sus infernales ocurrencias.

 “El cocinero en casa”