sábado, 23 de junio de 2018

La importancia de llamarse, “Director de hotel”.


Director de hotel….aaaahhhhhjajajaja!!!!!!!…. quiénes.,….cuántos,…….dónde,……
Quién se tilda y se dice Director de hotel???,…..Si pudiera reflejar y plasmar en papel el gesto de una cara, sería una mueca sarcástica e interrogativa. Está todo tan desmadrado que cualquiera es cualquier cosa y además se jacta de ello. Hay algunos por no entrar a llamar banda de cretinos impresentables, que no tienen ni siquiera una remota noción de lo que significa ser DIRECTOR DE HOTEL, pero lo peor del caso, no es eso, sino que los que hacen que esos sustantivos incoherentes sin años en la espalda reflejen en realidad lo que son, después de leer en un currículo, puuuffffff con los currículos,…..aaaahhhhhhjajajajaja,….cualquier cosa escrita que dice nada, con muchas invenciones y adulaciones, y unos genios que pa qué.!!!!.... son los seleccionadores de las agencias de personal, muchas veces con muuuuucho renombre,…..buueeeehhhhh!!!!!!... menudos especialistas me he encontrado en estos años..!!!!!!...determinan sin la más mínima duda, si el aspirante es válido ó no,..!!!!!!....aaaahhhhhhjajajaja…..un oficinista que en la mayoría de las veces ni siquiera es, ni tiene, conocimientos de la materia a la que está juzgando. Y OJO,…!!!!... que tengo pruebas al respecto para todos aquellos escépticos mamarrachos corre ve y dile que censuran por el solo hecho de joder la marrana.
La dirección de un hotel es una de las tareas más complicadas y más difícil que se pueda imaginar nadie. No es trabajo simple ser la persona responsable de cuidar tanto a los clientes internos como los externos y que todos estén contentos continuamente y bajo todo concepto, en un negocio que es sobre todas las cosas, atención y servicio exclusivo al huésped.  Quién determine las cualidades de este candidato debe tener un conocimiento más que bastante profundo en materia, y no solo de psicología y todo ese rollo que se traen entre manos para justificar el puesto que ostentan y que no todos son aptos, sino en servicio hotelero y la industria de hospedaje.
Un Director hotel se encarga de la planificación de absolutamente todo; De las finanzas, de la organización de un evento, de la ejecución, de la puesta en escena, de los servicios, de la cocina, de las compras, de las ventas, de la tapicería de un salón, de la toalla sucia y de la lechuga que no ha llegado en buen estado a la cocina. Y el “Director” que se tilde de tal y no sepa esto, bueeeeehhhhh,….ya empezamos con falta, pero quién lo elije es cómplice del desaguisado que este tosta pueda llegar a hacer donde aterrice.
A ver esa palabra maravillosa que algunos pocos podemos usar sin  censura y decir…...aaaahhhh…...experiencia??,…..aaahhhhh,… siiiiiiii…... es esa.!!!!!!. experiencia !!!!!!!,….. que solo se adquiere con años y con paso por muuuuuchos sitios, no en uno solo y eternecido en el tiempo inamovible y sin cambios. Menuda gente se llama Director con solo haber pasado por un hotel, muchas veces de función supuesta con estrellas que no llegan a estar ni siquiera en penumbra y que se han encasillado en una sola función. Y que no me vengan con cuentos que eso no es posible para los seleccionadores de personal, “señores”, lo he vivido, tengo la experiencia, lo he vivido y he pasado tiempo con unos mantas que eran puestos a dedo por enchufismo de parentesco, amiguismo y otras yerbas y con empujoncito de la agencia de selección de personal que daban materia para película de terror. Qué lástima, el huésped paga las consecuencias. Y esto va como ejemplo, y no es exageración. “ como Director de Alimentos y Bebidas, no vamos a mencionar el lugar en cuestión para no crear tormentas, aunque ganas no me faltan, y para no crispar más al tendido y recibir otra demanda, me presentan al “Director”, ….aaaaaahhhhhhyyyyyy……mi cielo,…!!!!!! .. un elemento enchufado por la propiedad y aupado por una famosísima agencia de selección de personal, que determinó su cualificación por haber pasado un tiempo en recepción de un hotel, solo uno….aaaaahhhhhh.!!!!! y ni siquiera como gran directivo.
Decorativo, es un término con beneplácito, vamos un pelele inútil hasta las trancas. Ejecución del cuento, no estar al corriente de nada, nada de nada, es poco comparado a lo que sabía este sujeto. El personal de administración le daba resultados masticados, recepción planillas cerradas, alojamiento informes y porcentuales de ocupación diarios, cocina escandallos cerrados y eventos con fechas contratadas, compras se limitaba a cumplir presupuestos y seguridad las reglamentaciones fijadas. Pero,….oye ,….era el Director…!!!! Y que sabía hacer?????....., pues comer en el restaurante con invitados, salir pitando por la puerta trasera cuando había inconvenientes y alguna queja, y el Director de A&B dar la cara en su nombre, utilizar las instalaciones del hotel como propias dando un excelente ejemplo al personal que se rompía los cuernos para que todo funcionara correctamente, y cerrar la puerta de la oficina simulando que hacía cuando en realidad las prueban decían que se dedicaba a cuestiones netamente personales, lisa y llanamente. Conclusión del cuento, este factótum sin ninguna credibilidad ni respeto por nada ni nadie, tenía la feria en contra desde que aparecía hasta que desaparecía por arte de magia, y que él solo se lo había buscado por sus múltiples y descaradas falencias, por llamarlo de alguna forma. Tenía en la dirección de A&B, las funciones de Director Duty solapadamente para evitar descalabros ante los clientes. Ante la propiedad el “Señor Director” era un genio en administración, organización, compras y demás. Para la finalidad del hotel, el mequetrefe este era lo peor que podía haber sucedido.”. Esto es un ejemplo de lo que sucede cuando se lee un currículo sin más y se confía y se fía sin guiones de un enchufado admitido por otro que del cuento no conoce nada más que el título. Lo que está escrito en un papel no es necesariamente lo que determina la aptitud del sujeto en cuestión, señores seleccionadores de personal.
Alguien se ha puesto a pensar lo que significa ser Director de un Hotel con más de 250 habitaciones?..con más de 500 habitaciones, con más de 1500 habitaciones, con más de 2500 habitaciones como hoteles de gran lujo en países asiáticos????? Pero si hay hoteles que tiene más gente que un pueblo….!!!!!!.......el personal que eso conlleva para servicio y atención, los huéspedes alojados que entran y salen y demandan y piden y quieren y exigen y reclaman y consumen y más y más….no es para dejarlo en manos de un advenedizo.
 El perfil profesional de un Director de Hotel debe estar cubierto por alguien con ciertas características muy claras y que se notan en el hablar, como dice el dicho. Debe ser una persona con altas habilidades empresariales con planificación y organización, de comunicación, de negociación, de marketing, de gestión humana, y además debe ser bueno en resolver problemas e imprevistos. Debe tener mucha energía, entusiasmo, don de gentes, buena presencia, iniciativa, liderazgo y hablar más de un idioma. Y cuando me refiero a buena presencia no me limito a que sea “bonito”, joven y con tipazo. Me refiero a que sepa estar a la altura del puesto que se pretende, y no caminar en chándal, aunque este sea de una marca exquisita en medio del salón de una recepción. Y esto, es tan solo un pequeño resumen.
La Capacidad de un Director debe ser óptima para gestionar presupuestos, para realizar reuniones profesionales, realizar numerosísimas tareas a la vez, trabajar muchas y más horas seguidas, mantener la calma bajo presión, saber dirigir un gran equipo de personas, enérgico, negociar con proveedores, tener seguridad en todo lo que hace, cumplir con todas las normativas, ser honesto y muchas facultades más que no se enseñan en ninguna Universidad ni se adquieren con un Master.
Para empezar a nombrar esas otras características ó facultades que solo se adquieren con el tiempo y considero más importantes que un título ó un grado trascendental y que no están escritas en los libros de las carreras universitarias ó en la descripción de un puesto de un director de hotel, voy a rescatar, la única palabra que agrupa todo el concepto, “idoneidad”, que viene de la mano de otra que sin la anterior no es nada, “experiencia”; Es lo único que enseña el libro de la vida y nadie absolutamente nadie puede hacer por uno. Con un valor incalculable, que muchas veces no se tiene en cuenta por los ineptos en contratación, al quedar obnubilados por detalles que ni siquiera son relevantes, esa experiencia no se cuantifica en la dirección adecuada.
Para ser coherente con ese mundo de caminos únicos en el paso por la vida, siempre, definitivamente siempre, hay que mejorar. Y la mejor forma de hacerlo es visitar la competencia, otros hoteles. Se podrán ver cosas que hacen los demás de manera diferente y se nos ocurrirán un sin fin de ideas para nuestro hotel en las que no habíamos caído en cuenta. Copiar no es malo, hoy en día el mundo empresarial, financiero y logístico lo hace constantemente y los resultados son los que se ven cada día disimulado en cierto modo, claro. Un Director debe viajar y comprender con sentimiento países y culturas, esas gentes serán nuestros posibles huéspedes. La propiedad que no valore este concepto no tiene mucha vista de hotelera porque expandir y abrir la mente para conocer las diferentes educaciones de los clientes que vienen al hotel es un sinónimo de agradecimiento como anfitrión, al fin y al cabo, están llegando a nuestra casa que en el último de los casos, y además, pagan por ello. Lo que para uno puede parecer algo normal, para otro cliente puede ser una falta de respecto. No es lo mismo en cultura y gusto un cliente ruso, chino, africano ó indio a un nacional.
“La confianza es el secreto del entendimiento”
Hay que estar al tanto de publicaciones y webs relacionadas con viajes, cultura, arte y turismo, porque estar siempre a la última y saber todas las novedades de la situación, hará que se pueda reaccionar con anticipación ante las ocurrencias del mercado y para saber de todo y que nada te pille por sorpresa, la información es primordial. Para ejemplo los nuevos términos que han surgido, como B2B (Business to business), B2C (Business to consumer), Millennials, (millennials generation),  Project Manager, E-commerce ( electronic commerce) y otras que son de última incidencia en mercado rompiendo las barreras entre el mercado digital y el físico como flagship ó big data. La información que sepamos de la competencia, los nuevos destinos que surgen, las ofertas nuevas que se proponen, detalles de espacio y arquitectura de diseño tener en cuenta en las habitaciones, sugerencias y platos nuevos y exclusivos son siempre un nudo especial en nuestro libro secreto que nos mantendrá a la última. Hay otras pautas que también son muy útiles en nuestro quehacer diario en la dirección hotelera y la asociación de hoteleros, es un punto en el viaje. El entendimiento que nos hace mover en el mercado en cuanto a las nuevas normativas y exigencias del sector y estar al día en todo lo que acontece en la zona y más allá, no llevará siempre  a ensayar cosas nuevas de los demás profesionales e incluso modificar ó implementar regulaciones hoteleras ó nuevos servicios. Por supuesto que es primordial el buen trato y acercamiento con los demás directores de hoteles de la zona y los que están fuera de ella. Todos estamos en el mismo barco y tener amigos en el sector y de la misma posición ayuda a obtener diferentes puntos de vistas y más opciones para los resultados.
Por último y por ello lo he dejado para el final, el punto más importante de todas las posibles capacitaciones y conocimientos que podamos tener a lo largo de nuestra experiencia.
No hay que ser jefe, hay que ser un líder”
Este rasgo particular no se encuentra en una entrevista de 15 minutos entre un seleccionador de personal y un candidato, el agradecimiento que un pretendiente puede llevar consigo no se ve y mucho menos si el factótum en cuestión tiene prisa por salir a tomar café y cigarrillos. Y aquí va otra, chitón….chitón al que intente decir que no es cierto, tengo las pruebas que lo ratifican, así que ojo al que despotrique y se ponga farruco.
Es fundamental saber motivar al equipo. A lo largo de la historia empresarial sabemos que triunfan aquellas empresas donde el personal se siente como en casa. Son más productivas las corporaciones donde las personas que hacen que funcione el engranaje se sienten a gusto y están motivadas para luchar por lo suyo, a poner la cara para resolver inconveniente y facilitar la labor de los demás si se creen parte del mecanismo. Si se sienten valoradas y si se logra crear un vínculo de pertenencia y haciendo valer su esfuerzo considerando su labor como clave esencial dentro de la gestión general del hotel, el éxito está asegurado. Compartir con ellos alguno de los posibles cambios que tengamos en mente para el hotel en general, como por ejemplo las nuevas políticas a implementar, mejoras ó avances tecnológicos y hasta la información referente al progreso económico y comercial de la empresa, hará que se sientan participes del crecimiento empresarial y ellos también tomarán a este crecimiento como propio y fomentará aún más la motivación y la sensación de pertenencia e integración.
Un buen Director debe ser cordial y educado y en el lugar de campaña, agradecer el apoyo y felicitar el buen trabajo, esto es un aliciente que no muchos se dan cuenta hasta que no pasan por esas posiciones. Hay que recordar que cuando no se era director, gustaba una palabra de aliento y un “muy bien” en la espalda. Ser agradecido es trabajar en equipo. Soy de la firme opinión de que no se puede exigir a los demás lo que uno no sabe, por eso, si se le pide a alguien cosas acorde a su posición, y uno está sabiendo el esfuerzo que eso conlleva, por la experiencia de haberlo realizado con anterioridad, el personal en cuestión se sabrá valorado y se tendrá contento y motivado y en cualquier momento podrán responder antes adversidades.
Sea cuál sea el personal que componga la plantilla de un hotel, siempre marcará las pautas y determinará el éxito ó no del establecimiento si las estrategias son comprendidas y son las adecuadas. Nadie es Director de un Hotel sin el personal que lo mantiene vivo. En fin llegados hasta aquí no me dan muchas ganas de hacer nada en cocina, así que en la próxima veremos que callejuela encontramos para que nos sorprenda una cocina de esas que nos hacen olvidar tanto mequetrefe.
Carlos Santos Falcone
Bachelor of Business Administration
International Tourism




miércoles, 6 de junio de 2018

Sin pelos en la lengua.


Hoy…..
Sin pelos en la lengua.
“A veces la grandeza sencillamente no existe si no se le da pequeño empujoncito”
Puffffff……pufffff…..cómo pasa el tiempo y sin darnos cuenta…!!!!!!!.
Ya ha pasado un año desde la última publicación y entre camino y sendero, arriba y abajo entrada y salida de muchos sitios, que para qué contar sus entresijos si son una quimera, vuelvo con otro bagaje diferente al que dejé, pero mucho más filoso y picante, y no me refiero ni a cuchillos de cocina ni a condimentos para guisos.
“La pasión por un trabajo, determina que vivas con ilusión permanente”
El entusiasmo no se aprende, se vive y se disfruta y como me gusta mucho eso de que “tutte le cose belle della vita si concentrano su qualcosa di formato piccolo e non si vedano con gli occhi si sentano con il cuore,” hoy estoy de vuelta después de mucho tiempo en perseguir un sueño que no llega, pero que me ha dejado cargar un cubo muuuuy grande de picas y puntas como estiletes afilados y posteriormente de haber descubierto en cada paso de este tiempo pasado que la confianza, único motivo y razón para cuidar cada uno del otro en todo momento y siempre, está roto en forma y sentido; Voy a volver la vista a buscar esas pequeñas cosas que habrá por ahí y seguramente más fiables que tanta utopía y tanta filosofía, que no sirve nada más que para perder tiempo.
“La cocina del circo”
Con un hondo abatimiento y con una extensa y equilibrada experiencia adquirida después de haber invadido con muy buen pie, unas cuantas “cocinitas”, de aquí y de allá, y después de haber pasado por unos cuantos puestos directivos, en unos cuantos “hotelitos”, en varios continentes, hoy digo adiós a una etapa muy larga que llega abruptamente por la soledad de quienes pensaba más cercanos y que no me trasmiten más ilusión, voy a dejar colgado el mandil y meter los cuchillos en un cajón para cerrar una período más en mi vida.
“Para qué sirve soñar, cuando los sueños son imposibles”

 Los agradecimientos, los reconocimientos y las titulaciones quedan escritos y enmarcados en las paredes de los pasillos a la vista de todos.

Desde siempre, he estado escuchando en el círculo empresario de la familia, que era mucho más seguro fiarse de alguien que tiene experiencia que de alguien con estudios, mientras uno tiene vivido lo que hace y lo cuenta, el otro solo teoriza por querer y tener esa  experiencia. Es como pretender quitarse el hambre leyendo el menú. La experiencia no se compra ni se estudia, ni se traspasa ni se regala, se adquiere existiendo en el trascurso de una vida con paso acertado ó equivocado por todas esas circunstancias que solo se pueden vivir como propias en primera persona, porque la experiencia ajena, es teoría.  Lo que vamos sabiendo a medida que pasamos por el tiempo no nos transforma ni nos cambia, el tiempo, nos hace ver con sentido y caminar por calles diferentes, es una noción ó habilidad derivados de la observación, de la vivencia de un acontecimiento ó proveniente de las cosas que nos van ocurriendo a lo largo del paso de nuestra vida.
“La cubierta de un libro no hace el contenido”
Dice la historia, la escrita y la que no también, que la experiencia se enfila con la significación de haber ejercitado, por lo tanto y por lo referente a esto, todos coincidiremos que la experiencia en nuestras estructuras de empresas, es uno de los activos más importantes a tener en cuenta para gestionar y llevar a cabo con éxito nuestros proyectos. Acarreo en mi maleta de viaje, y ésta lleva conmigo unos cuantos añitos, vamos, muchos más años de los que ya me están gustando, algunos y muchos preceptos que son efectivamente un estandarte en mi vida y trabajo, pero ninguno como la idoneidad para hacer algo y experiencia para resolver temas. He tenido la fortuna de compartir y ver caminar a mi lado, en los primeros puestos de responsabilidad por lo que he pasado, a personas que tenían una gran experiencia, pero de títulos, nada, y los he admirado y respetado por su saber y sobre todo por su capacidad para resoluciones de cuestiones, vamos, con esas palabras magníficas y deslumbrantes que a esta altura de mi vida me parecen que son insuperable para los que tenemos una experiencia, en añitos de caminar por varias rutas y siempre diferentes, que es “hacer con idoneidad”. Veía en ellos como aportaban soluciones desiguales, resolvían problemas que otros no eran capaces de resolver, eran escuchados, eran atendidos, se les hacía caso. Recuerdo casi con vergüenza mis primeros tiempos en mi primer trabajo en una gran cocina, en el sur de Inglaterra, cuando me creía muy listo y capaz de todo por el solo hecho de tener una titulación, era un parvulito con título de Chef, que…... aaahahahajajajaja, no sabía nada. Desde luego duele no saber nada creyendo que sabes todo. Los golpes y desazones se van aprendiendo a esquivar con el tiempo, y el conocimiento, se aprende en la vida misma. Como alguien dijo una vez en las letras de la historia, y reto a mis más ilustres lectores a que me digan qué pensador fue el primero en hacerlo, “Cuanto más sabio eres, más humilde te vuelves porque adquieres conciencia de todo el océano de conocimiento del que careces”, sabía más que nadie lo que se hacía con esta premisa. Conforme avanzas en tu vida, y mientras estas metido en el mundo laboral, empiezas a sentir la agradable sensación de que eres una de esas personas que sabes que está haciendo, y que otros sienten hacia ti lo mismo que sentías hacia ellos, oyes en reiteradas ocasiones la frase en cuestión, “la experiencia es un grado” e incluso la utilizas como argumento de tu imagen y persona, porque le da solidez a lo que te estás trasformando.
De modo que mientras en algunas culturas, que dicho sea de paso, muuuucho más avanzadas, en todo más que la nuestra, se venera a los “veteranos” hasta el extremo de incluirlos en el resultado sin ser un obstáculo para el progreso, en la cultura occidental y en algunos ámbitos, en los que no voy a entrar al trapo para no encender las calamidades en las que están viviendo aunque aparenten normalidad, se ha pasado más bien al extremo contrario.
“Lo importante son las ideas más allá de las formas”
Soy muy amigo de los refranes y uno de mis favoritos es el que dice, sabe más el diablo por viejo que por diablo”, y como “la experiencia es un grado”, voy a dedicar estas letras a hacer un encendido elogio de la veteranía de los que sabemos lo que sabemos y esperamos a ver el descalabro. Pero cuidado, que luego no llamen y sea tarde para arreglar el pifostio. 
Para empezar este nuevo ciclo, y dejando atrás,…….puffff unas cuantas anécdotas y un tiempo en el que han pasado muchas cosas, unas se han ganado y otras muchas se han perdido, en el que muchos dijeron que iban a ser y no han sido nada, los que iban a llamar no llamaron, los que iban a estar nunca aparecieron y en el que estuvieron y están los de siempre con su donde “dije digo, dije diego” y los bocazas transformistas de realidades camparon a sus anchas porque el mundo los tolera, me voy una última vez a la cocina antes de meter pluma y letra a un ciclo de articulado que a no todos le va a gusta, pero como a mi pling,… el que quiera leer que lea y el que no, que cambie el canal.
Entonces, a lo dicho, y el primer paso es dejar el plato terminado, después, al ruedo.
La  “bagna càuda” es preparar una exquisita y a la vez sencilla pero suculenta combinación de sabores que nos llena de éxtasis.  Un plato que dice la historia es el preparado para celebrar y compartir, y para despedir y cerrar un capítulo, se lo agrego yo a los calificativos. Para empezar determinaremos que el preparado que haremos hoy es una de las versiones del sur de Italia, cuna de la buena cocina de guisos, cerca da Napoli, la que lleva crema. Entonces, con una cabeza de ajos, medio vaso de aceite, una buena cantidad de anchoas, y éstas van a ser unos 150 gramos, junto con una cucharada de mantequilla y unos 300 cc de nata fresca con una punta de pimienta y una pizca de sal, descubriremos la crema en un cuenco de barro forjado y a fuego lento, para que obtengamos un resultado exquisito. Ojo con la sal, las anchoas tiene suficiente, pero para gusto, los colores. Ponemos las verduras que vamos a llevar a mesa, y van a ser la cantidad y variedad que se nos ocurra para el preparado, limpias y cortadas en tallos no muy grandes en una olla a blanquear. No se tienen que cocinar mucho, el punto debe ser firme y consistente.
Sabremos que podemos poner, coliflor, nabos, patatas, zanahorias, apio, alcachofas, cardo, pimiento rojo, pimiento verde, coles de Bruselas, brócoli, remolacha, endivias, hinojo y todo lo que se encuentre en huerta. Por otro lado, en la cazuela de barro, ponemos los dientes de ajo machacados con el aceite y sofreímos hasta que doren, y en ese momento, le incorporamos las anchoas para que se desmenucen y quede una papilla. Seguidamente le agregamos la mantequilla y la nata junto con la punta de pimienta y dejamos reducir a fuego muy suave por unos veinte a veinticinco minutos. Llevamos a la mesa el invento y nos disfrutamos este preparado que para el que no lo conoce es lo más parecido a una fondeu. Llegados a este punto, nos sumergiremos en la exploración de esas realizaciones garabateadas en “il ricettario”, para encontrar los preparados y combinados que harán las delicias de quienes nos acompañan en el camino, y descubramos en el trayecto, que nos quedan reseñas y relatos por contar.
 Carlos Santos Falcone
Bachelor of Business Administration
International Tourism