“Porque
cada día es único, asómate al mundo y reencuentra sensaciones”
Apto para comer sin gluten
Llego hasta la porta dell`albergo di Marcellino Scciolare, en Napoli, un
sitio pequeño con un encanto muy especial que tiene, sobre todo, un aroma de
cocina de los que soy un entusiasta caprichoso.
El invento
que movió su abuelo, en un principio con algunos sin sabores y otros tantos altibajos,
en una época de descalabrados y hechos ocurridos, por la invasión de unos sin
ideas que enfrento a otros y muchas veces amigos, lo continuó su
padre, con la
rienda del conocimiento adquirido a fuerza de intentos por superar la época, y hoy,
después de ver en familia que la entusiasta idea del saber hacer con
fundamento, tiene una parte de escuela, Marcellino tuvo unos pasos bien
logrados en la Scuola de la Cucina Italiana, que pone en práctica todos los
días, para deleite de los que quieren saborear, en profundo, la sencillez de la
cocina de antes.
A pocos pasos del puerto, la cocina dell`albergo está bien
surtida de pescado fresco, pero no por ello significa que en cualquier otra
parte no encontremos el mismo género. Todas las cocinas que se precien de buena
mano, y esto lo escribo claro, buena mano, tienen la oportunidad de encontrar y
elegir por consiguiente, un pescado, marisco y crustáceo del día y recién
salido de lonja.
Vamos no decir nada de este fresco, si además se va a buscar al
mismísimo puerto de desembarco a lonja. Para deleite del gusto más sencillo,
pero a la vez más complicado, porque amén de esta clarificante versión de la
sencillez está la complicada sapiencia de hacer algo grande sin nada más que la
materia prima, tenemos entre manos un preparado que nos entusiasma y sabe a
gloria. En este caso nos sentamos a regocijarnos con unos calamares a la
plancha con ajillo,
con unas lajas de sal marina y un poquito de perejil con
aceite, que nos embalan y nos pierden en el horizonte de pescadores que llegan
a primerísima hora del alba para dejar en puerto, la tarea realizada por la
noche y que se verá en las calles, y en cada puesto, para disfrute de todos en
cada mañana.
Y llegados a este punto, nos sumergiremos en la exploración de
esas realizaciones garabateadas en “il ricettario”, para encontrar preparados y
combinados que harán las delicias de quienes nos acompañen en el camino, y
descubramos en el trayecto, que aún existen muchas reseñas y relatos por
contar.
“El cocinero en casa”
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