Una escapada a las tierras lusas
“Bagel” de pollo
“No importa en lo que creas, sino lo que
demuestran tus actos.”
A
esta altura del partido y con las cosas que están pasando cada día, me he
cansado por completo y renuncio a seguir siendo condescendiente con nada ni con
nadie. Me he cansado de tratar de entender a unos y a otros de aquí y de allá, y
que rechacen las opiniones de los demás nada más que porque sí, me he cansado
de esperar el turno en la cola de cualquier lugar por respeto a otros y que cualquiera empuje porque se cree con derecho, me he
cansado de cumplir con las normas que tienen valor para todos y los de más allá
se las pasan por el forro sin contemplaciones, me he cansado de saludar con
respeto y simpatía en cualquier sitio y recibir por respuesta un gruñido, me he
cansado de escuchar que hay que esperar el futuro con optimismo y sosiego y ver
que la banda hace lo que le sopla la gaita sin ninguna clase de miramiento, me he
cansado de escuchar voces más fuertes que las sensatas con la enfermiza
intención de quedarse con la razón aunque sea una estupidez, me he cansado de
no decir algo por miedo a ofender a cualquier idiota sin sentido, me he cansado
de ceder siempre para no disgustar a los necios sin lucidez. Así que,….hasta
aquí hemos llegamos, al que le guste bien, al que no le guste, que tome agua. Ya
saben sobradamente dónde me encuentran,…. Se ha puesto de moda, una suerte de
simplismo retromaníaco muy propio de todos estos advenedizos en reducir todo a
una burla ciega a las costumbres adquiridas con la buena voluntad de las formas
bien hechas y ésta es una pauta reincidente de ese rebaño que pulula por ahí.
Dicen cualquier barbaridad ofendiendo al
resto del tendido sin que se admita este fraude verbal con que se expresan.
Estamos inmersos en un cruce de dichos y diretes que crispa tanto a la banda
cada vez más, que ojito al tanto,….está escrito en la historia que las peores
consecuencias empiezan por las difamaciones.
De momento,….vamos al asunto que nos atañe, y nos alistamos a desarrugar lo que nos importa en esta caminata. Por una de esas callejuelas de empedrado usado por el tiempo y vencido por los años de retiro, nos acercamos, ó por lo menos es la intención primaria que habíamos concebido, a disfrutar por gusto y capricho algo muy diferente a lo que normalmente buscamos en otras ocasiones,….algo especial. El sitio en específico es lo de menos, el lugar dónde caminamos también,….porque cada lugar a su manera y en su vida acostumbrada, es un resultado de extraordinarios tiempos pasados que guardan un encanto y un sabor a exquisitez que en pocas calles y ciudades he conseguido abrigar.
“Encontrar a
alguien que con un ratito de su tiempo te llene el día, no tiene precio”
Es un inmenso placer que me llena el espíritu, cada vez que puedo llegarme a las tierras lusas. No importan las circunstancias ni siquiera importa el modo, y dicho sea de paso este viaje ha sido bajo una lluvia torrencial que no dejaba ver ni siquiera la carretera. No puedo explicar con certeza cuál de todos los motivos es el que te deja complacido, si la quietud, si el sosiego de la multitud, las formas y trato, la armonía de sus calles, su gente, la amabilidad con que llegan los sucesos, ó si es todo en un conjunto inseparable que hace que cualquiera y cada una de las cosas y sitios del territorio sea seductor. En alguna otra oportunidad y en otros viajes ya lo he dejado como antecedente en estas líneas,….”que lástima que estamos tan cerca pero a la vez tan lejos”. A buen entendedor pocas palabras bastan y cualquier que me haya leído con anterioridad, sabe a qué me refiero exactamente. Cualquier momento es idóneo, invierno, verano,…. da igual,…. hasta los días de otoño en un atardecer en Oporto ó en Lisboa, ó en Setúbal, ó en Estoril ó en Sines,… da igual el sitio,… te hace sentir en el mismísimo paraíso terrenal. No tengo aún la respuesta exacta para poder describir lo que se siente, así que tendré que seguir yendo de un lugar para otro, de norte a sur y perderme en otros tantos por allí, para atinar y descubrirme en qué momento me llega la iluminación descriptiva y poder detallar el sentimiento,…..jajajajaja….Seguiré buscando, … porque creo tener la sensación de que no lo voy a encontrar pronto,…..jajajajajaja,…..mientras tanto he descubierto un sitio único con olor a cocina antigua y en el que veo un horno a leña del que sacan recién pan horneado. En un ratito le voy a dar un gusto y placer al capricho,…jajajajajaja,…. eso sí,….luego en nuestra cocina reproducimos el antojo.
El pan al que vamos a hacerle honor es en este caso, es un pan de origen de la cocina polaca que después pasó a ser exclusivo de las tierras americanas y que se desvió de su arranque para terminar siendo un pan dulce. Por todos es conocida la historia fundamental del origen del pan Bagel, que ahora no es motivo de un “over the place” en esta ronda, ya hay por allí mucho escrito sobre su historia, origen y fundamento. El resultado queda expresado en un pan que se fermenta primeramente la masa madre y después de su fermento se amasa con miel y se pasa por agua hirviendo para luego agregarle cantidad de semillitas varias y con su característico agujero central se pone en horno hasta su cocción. Bueno,… hasta ahí, lo conocido,… pero es que hemos descubierto una cocina con horno a leña donde hacen un pan que embriaga los sentidos y nos copiamos el argumento de este “bagel”. Se elabora igual pero no lleva agujero central, ni miel ni se pasa por agua hirviendo. Nos ha parecido mucho en forma pero no en gusto al pan mollete, con una masa mucho más consistente y no tan esponjosa como dicho mollete. El resultado,… exquisito,… exuberante,… gustoso,…elegante y soberbio. En nuestra cocina lo preparamos con una base de masa madre de la que normalmente procesamos y con harina mezcla de arroz con yuca y salvado sin gluten según el fundamento expresado en la cocina de origen, sin miel y sin agua hirviendo y con ansias por esperar el resultado, llegamos al gusto exacto. Y aquí vamos,…ya salido del horno, después de unos 45 minutos, a nuestro “bagel” abierto en mitades y tostado con mantequilla, en plancha, le ponemos una buena cubierta de mostaza caramelizada a la naranja con una ración de aros de cebolla.Vamos sumando unas rodajas de tomate y unas hojas de lechuga. Nosotros en nuestra cocina, cuando lo tuvimos presentado, lo arreglamos con unas líneas de aceite balsámico de oporto, le agregamos esto por capricho aunque sin ello estaba igualmente excelente en la prueba que tuvimos a disfrute en Portugal. Mientras tanto en plancha, a fuego fuerte y controlando tiempos de cocción, para que no queden blancuzcas, tenemos unas láminas de pechuga de pollo con sal y pimienta negra. A la par pondremos un huevo. Huevo a la plancha y no frito en aceite,….jajajajajaja,…para que engañemos en salud nuestro destino,….jajajajajaja. Ni el mejor de los ojeadores pronosticaba el resultado,… memorable.
Ha quedado por ahí atrás otro sitio que he dejado en el camino y que pintaba en bastos y creo que volveré mañana para chismear la cocina y ver que sacamos en conclusión,….pero eso es para otro cuento. A esta parte del mundo seguiré volviendo muchas veces,…aunque no tenga nada que buscar. La paz con que te llenas el alma,… ya es suficiente. “Si
hay un idiota en el poder, es porque quienes lo eligieron están bien
representados” Mahatma Gandhi
Que palabras más sabias que muchos deberían
leer, releer y volver a leer y tomar nota seria del contenido, aunque se le
atribuya a Gandhi, esto lo escribió Brinkerhoff.
Llegados a este punto, nos sumergiremos en la búsqueda de esas
realizaciones garabateadas en “il ricettario”, para encontrar los preparados y
combinados que harán las delicias de quienes nos acompañan en el camino, y
descubramos que aún nos quedan muchas cocinas por revelar y muchos relatos por
contar.
“El cocinero en casa”
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