Apto para régimen sin gluten
Dice la
historia escrita de antiguas recetas, que los alfajores son de origen árabe,
pero el caso es que los alfajores en las tierras de Italia, son tan viejos como
la misma Italia y con la expansión y dominio del imperio de entonces, se hicieron
dueños de medio mundo. Nosotros hoy vamos a preparar estos alfajores, para
celebrar un momento dulce de esta tarde de navidad. Cernimos
en un bowl la harina sin gluten, pero la harina repostera, no la que dice
panificable, ó podemos hacerlos directamente con maicena, con una taza y media
más ó menos y esto en detrimento de lo que podamos usar para dejar la masa en
perfectas condiciones, lisa, suave y muy maleable, será suficiente. Le
agregamos el polvo de hornear, una cucharilla de las pequeñas, y luego, en otro
bowl, ponemos 200 gramos de azúcar junto con 200 gramos de mantequilla y
batimos muy, pero que muy bien hasta lograr una pasta casi blancuzca. En ese
instante le sumamos cuatro huevos y seguimos batiendo. Agregamos entonces, una
cucharilla de vainilla líquida, la ralladura de un limón y mezclamos todo los elementos
en un solo bowl. Hacemos una masa que deberá quedar muy suave, y para lograrlo,
debemos meter mano con ganas y sobre todo mimo y paciencia. Estiramos esta masa
hasta lograr un grosor de un centímetro de espesor, más ó menos, esto irá en
cuestiones de gusto. Sobre la mesa de trabajo, cortamos con un molde repostero
unos discos que pueden variar entre los cuatro y los cinco centímetros de diámetro.
Si no tenemos un corta disco podemos utilizar un vaso. Ponemos los discos en una
placa para horno y horneamos a temperatura de 180º por unos 10 minutos ó hasta
que queden dorados. Cuando estén fríos, los
unimos con dulce de frutas, dulce de leche, nata montada y hasta con crema
inglesa, si nos apetece. Luego espolvoreamos el alfajor con azúcar glass y
podemos también pasar el resultado por coco rallado.
A quien le guste pasar
otro rato en la cocina y hacer un preparado con vistas a fin de año para
cambiar en algo los inflados de los postres, dejo una receta de la abuela para
hacer ese dulce de frutas que se puede usar en los rellenos.
Para el caso de
los alfajores,….ya no tenemos tiempo, pero seguramente ya han encontrado el
relleno sustituto a esta confitura, el dulce de leche. Bueno, con 4 kg netos de
fresas, frambuesas, arándanos, endrinas ó grosellas, y cuanto más maduras mejor,
con 3 kg de azúcar y zumo de 4 limones, empezamos el propósito.
Una vez elegida
la fruta, ponemos todo junto y dejamos macerar durante 8 horas,
mínimo. Ponemos al fuego muy suave, tan suave que parezca que no pasa nada y
que hierva durante 2 horas. Debemos saber antes de comenzar a realizar esta
confitura que los mejores potes para hacer dulces son los de cobre, si no
tenemos uno a mano, entonces debemos hacerlo en las ollas antiguas, esas de
hierro laqueado que tenemos olvidada en el trastero. Si ya realizamos el
hervido, dejamos enfriar el preparado. Una vez frío pasamos por el pasa puré y no ponemos nada en la batidora. Rellenamos
los botes y dejando medio dedo sin llenar. Cerramos bien y los colocamos en una
olla grande al baño María. Debemos cubrirlos con agua y hervirlos durante unos
20 minutos. Para que los botes de cristal no se rompan.....aaahjaahajjjjjaaaa!!!,
ya se les ha roto alguno, pues debemos envolver cada frasco en papel periódico
y acomodarlos lo más junto posible para que con el borbollar del agua no bailen.
Pasados los veinte minutos, dejar enfriar los botes dentro del agua.
Una vez frío,
ya está listo el resultado para sorprender. Llegados a este punto, ya no tenemos más
secretos, ni historias. Nos satisface haber concluido la empresa con el
reconocimiento de los que serán agasajados con este delicioso preparado casero,
y sobre todo, con la garantía de haber hecho feliz a más de uno con el gusto.
“El cocinero en casa”
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