Apto para celiacos
Muchos recuerdos me trae este lugar, un
tanto especial y complicado en algunos momentos. El tiempo que viví en Cuba fue
único a cualquier otro vivido en las diferentes parte del mundo dónde he
estado, y la experiencia mereció la pena enormemente. Conviví con una gente
extraordinaria, que muchas veces se desvive por corresponder, y esos momentos
se quedarán grabados en mí, para siempre. En ocasiones viviendo lo que no se tiene,
te lleva a pensar que la vida no es solo poder económico. Esta receta, es un
corazón de canela y ron, y va por todos….. y algunos en especial, que compartieron mi
tiempo en aquel momento.
Nos vamos a la cocina y empezamos. Así que vamos
poniendo el horno a precalentar, a unos 180 grados, solo
con calor abajo, para
el horno eléctrico y normal para los hornos a gas. La bandeja con el preparado
la debemos poner en la rejilla de arriba. Tamizamos en un cuenco grande 125
gramos de harina de arroz extra fina con 75 gramos de maicena, una cucharilla
de bicarbonato y una cucharilla de canela. A todo esto, le añadimos 150 gramos
de azúcar, y mezclamos muy bien. Por otro lado, batimos dos huevos con 100 cc de aceite de
girasol. No usamos aceite de oliva porque el gusto final es demasiado fuerte. Seguimos batiendo hasta que la mezcla esté
muy espumosa, y vamos añadiendo poco a poco 225 cc de leche. Una vez que todo está
bien batido, añadimos el resto de ingredientes, y removemos con mucho cuidado.
Logramos una pasta semilíquida a la que le sumamos por último medio vaso de
ron. Ahora solo queda repartir la masa dentro de los moldes redondos, rectangulares,
cuadrados ó los que elijamos.
Metemos en el horno durante unos 15 minutos.
Al cabo de este tiempo, ya estarán listos
para degustarlos. ¡¡¡Ojo con el ron, pega fuerte!!!. Llegados a este punto,
enteros… tenemos la satisfacción de la empresa bien terminada y el reconocimiento
de los que serán agasajados con este delicioso plato, que no tiene precio.
“El cocinero en casa”
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