Hace unos
días, de pasada, hicimos una reseña acerca del "branch" pronunciado. Hoy ha llegado el momento
de explayarnos y hacer un acercamiento profundo sobre el tema. Los motivos son
muy elocuentes y reveladores, y los amigos ya han hecho acto de presencia para
felicitar y agasajar a la candidata en cuestión, por lo tanto prepararemos un
brunch para festejar un acontecimiento que para algunos es único en la vida, mi hija ha aprobado la selectividad y
seguirá los pasos de su madre, Medicina. El brunch por excelencia, según los neoyorquinos son los huevos a la Benedictine. Este preparado se hace con huevos
escalfados, sobre una tostada de pan de molde con base de bacón frito
y cubiertos de una fina bechamel, ó salsa holandesa, acompañado de salchichas y
para beber, un Bloody Mary. Antes de iniciar la preparación del cóctel,
conviene escarchar el borde del vaso con sal gorda mojada en lima. Se puede
decorar con una rodaja de lima, ó limón, con un pepinillo en vinagre,
una gamba ó una ramita pequeña de apio. El bloody Mary original que he tenido
la oportunidad de probar en la cuna del brunch, estaba preparado con la formula
que revelo ahora. Todos los ingredientes se mezclan en vaso alto y con cuidado
se remueve con cuchara larga, se decora con los elementos que se elijan para la
ocasión y a disfrutarlo.
4 partes de vodka
6 partes de zumo de
tomate
Una pizca de sal y pimienta
negra
6 chorritos de salsa
Worcestershire ó salsa inglesa
-/* salsa
inglesa ó
simplemente salsa perrins,
es un condimento líquido fermentado usado como saborizante de salsas
(sobre todo en la cocina inglesa).
Se elabora a base de vinagre, melaza, jarabe de maíz, agua, chili, salsa soja, pimentón, tamarindo, anchoas, cebollas, chalotas, clavo de olor y ajo.*/-
5 gotas de salsa Tabasco
Un chorrito de zumo de limón ó
de lima.
Ahora ya sabemos
cómo era el brunch original, y también sabemos que esta preparación ha
sucumbido a la influencia de otras cocinas por lo que en origen era algo
sencillo, se ha convertido en algo un poquito más complicado. Los ingredientes
fundamentales para tener una excelente mesa preparada para un brunch, moderno, deberán
ser los que enumero a continuación, a saber;
El pan: Es fundamental tener varios tipos, de
barra, baguette, chapata, de molde, tanto blanco como integral, así como
tostadas, colines y biscotes. El pan para celíacos tiene muchas alternativas en
barra y en molde. Se pueden hacer bocadillos y sándwiches, tostadas con aceite de oliva ó con mantequilla,
mermelada ó miel y también untar patés y quesos.
Las bebida: Fundamentalmente zumos variados, agua,
cafés e infusiones. También se incorporan refrescos, cervezas y vinos,
dependiendo de la hora.
Las frutas
frescas y secas: Las frutas como plátanos,
albaricoques, manzanas, peras, fresas, melocotones, cerezas, uvas frescas y
cualquier variedad dependiendo de la temporada, son fundamentales. Se deben
presentar enteras y sin pelar. Una macedonia ó unas brochetas pueden
convertirse en una presentación excelente como alternativa a la fruta entera,
pero implica un procesamiento y una manipulación ajeno a la fruta. Para picar,
son perfectos los frutos secos y las frutas desecadas, como orejones, dátiles,
pasas ó higos secos.
Los embutidos
y los quesos: Podemos presentar rollitos
de jamón de york ó de jamón York y queso ó de pavo rellenos de ensaladilla
rusa, paté, crema de queso ó sucedáneos de caviar; algunos embutidos ahumados,
salami, lomo, jamón York, lacón y jamón curado. Debemos presentar una tabla de quesos con una variedad adecuada como
quesos azules, suaves y lácteos, semicurados y curados. También serviremos
platos típicos de un desayuno continental como huevos revueltos y salchichas.
Los lácteos: Yogures, batidos, leches, entera,
desnatada y semi desnatada, petit suisse, crema de queso y mantequilla.
Alternativas como leche de soja ó leche en polvo, puede ser un detalle con el
que demostrará que tiene sensibilidad a regímenes especiales.
Los dulces: Cruasanes, brioches, napolitanas,
caracolas, palmeras, tortitas, gofres, muffins, galletas, magdalenas... si son de
tamaño pequeño mejor, así los invitados podrán probar varios tipos. Tampoco
pueden faltar los cereales y los especiales para régimen sin gluten.
Los canapés: Patés, fiambres, cangrejo, berros, achicoria,
membrillo, salmón ahumado, escarola, queso, frutos secos, rúcula, atún,
marisco, lechuga, maíz, tomate, anchoas, manzanas, sobrasada... La variedad es
infinita y las pastas que se pueden realizar, también. No se presentan armados.
Todos los ingredientes preparados, lavados y picados se presentan en bowles con
panecillos y biscotes cerca, los invitados se preparan el canapé que más les
apetezca. Por supuesto deberá incluir el cubierto adecuado en cada elemento ó
en cada bowl, para que no sea un batiburrillo de sabores y sobre todo de
colores en todas las presentaciones. Es un detalle muy importante y que se
suele dejar en el olvido,
El cóctel: El brunch más ortodoxo debe incluir un
cóctel. El más habitual en Estados Unidos es el bloody mary. En muchos
restaurantes donde se sirve brunch disponen de una amplia carta de cócteles.
Nueva York es el paraíso americano del brunch.
Los aderezos
y condimentos: No debe faltar la sal, la pimienta, vinagres, aceites,
mostazas de varios sabores y texturas y especias. En el capítulo de lo dulce:
azúcar, sacarina, siropes, miel,
mermeladas, mantequilla y margarina.
Y por último y no menos importante; La mesa
y puesta en escena: La
presentación de la mesa dice más de lo que nos imaginamos. La mantelería
y todo el servicio de cristalería, vajilla y cubertería debe tener especial
cuidado y deberá estar adecuado a la ceremonia que pretendemos ofrecer. Elija
con cuidado las servilletas en el caso de que sean de papel. Unas servilletas
de papel simple no lucen y mucho menos son aceptables a la hora de hacer uso de
ellas. La distribución debe ser cómoda y antes de abrir las puertas a los
invitados, recomiendo hacer un simulacro de actividad, como si estuviéramos en
un brunch ajeno. Les puedo asegurar que encontraremos fallos que no habíamos
tenido mucho en cuenta a la hora de la preparación. Llegados a este término, tenemos la
satisfacción de la empresa bien resuelta y el reconocimiento de los que serán
agasajados con esta presentación. Pero el mayor orgullo será el mío, en
agasajar a mi “pequeña” que ya no lo es tanto, en camino de su futuro.
“El cocinero en casa”
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